ARTÍCULO FINAL
Es el
momento de hacer una recapitulación del camino recorrido.
Bloque 1. Literatura infantil.
Análisis y selección.
En octubre de 2016 me enfrente a mi primer trabajo de la
asignatura, la actividad del análisis y selección de un libro de literatura
infantil con el objetivo que sirviese para disfrute de los alumnos de una clase de
primaria. También por primera vez que me enfrentaba a adecuar un texto elegido para
lectores de una edad concreta.
Es la actividad que más me costado desarrollar, una de las
que más me ha hecho reflexionar la tarea de ser maestra, y también de las que
más me ha permitido profundizar en el papel de la literatura en la etapa de
primaria. En consecuencia, es una de las que más me ha aportado.
Abordé la actividad con mucho entusiasmo, pero me faltó
método. No quiere decir que no me apoyase en las indicaciones de la Guía de
Trabajo, pero me costó entender cuáles eran los aspectos más importantes.
El libro elegido no me facilitó tampoco la tarea. Lo había
elegido juzgándolo un libro atractivo para niños y niñas, y creo que lo es,
pero me costó situarme en el lugar correcto para analizar su idoneidad desde un
punto de vista, en esencia, literario. En
un principio mi enfoque fue más, por así decirlo, el de “lectora”.
Este enfoque inicial cambió en el proceso de revisión de mi
entrada en el blog. Profundizando en la guía didáctica descubrí lo importante
de analizar los distintos aspectos del contenido del libro (estructura,
protagonismo coral o individual, análisis de valores y contravalores presentes,
estilo de lenguaje… y la adecuación al desarrollo evolutivo del niño).
En consecuencia, he tenido que realizar diversas
reconsideraciones de mi análisis inicial, en un proceso que me ha acompañado
durante los cuatro meses de la asignatura y me ha sido de gran utilidad para
centrarme y desarrollar las actividades de los bloques posteriores.
Bloque 2. Textos Folclóricos. Selección y adaptación.
Al plantearme en la segunda quincena de octubre la
realización de esta segunda actividad, que gira en torno a la utilización y la
importancia del folclore en el aula como recurso literario, se reprodujeron,
aunque en menor medida, errores iniciales de mi trabajo en el bloque I.
Los textos folclóricos no eran un tema que yo dominase, en
este sentido la selección de las obras a trabajar no fue sencilla, pero me
sirvió para bucear en territorios literarios con los que no estaba muy
familiarizada. Disfruté imaginando el contexto en el que se produciría la narración
y pensado las cuestiones que dinamizasen el momento de la puesta en común
infantil sobre lo entendido, lo aprendido, lo sugerido por cada uno de los
textos elegidos.
Tras publicar mi entrada, los comentarios de mis compañeras y
de la profesora me sirvieron para darme cuenta que debía, por un lado, pulir la
explicación detallada de cómo concebía la proyección en el aula del trabajo con
los textos folclóricos seleccionados; y, por otro lado, de que no debía de tratar
de justificar la importancia de la literatura como medio para trasmitir
conocimiento, para enseñar, sino comprender que el valor de la literatura se
encuentra en la magia que encierra para conectar con los valores, las
inquietudes, las aspiraciones propias de los lectores, y despertar sus
reflexiones, en este caso niños de una determinada edad. Afinar desde el punto
de vista de la evolución del desarrollo psicológico infantil la justificación
de los cursos de primaria a los que me dirigía, tras la experiencia de la
primera práctica, me resultó en esta ocasión menos complicado.
Por otra parte, me equivoqué con la elección de un texto de
autor, no recopilador ni adaptador, sino autor (el poeta Lorca, a pesar las
conexiones que desarrolla y del interés que muestra por la cultura popular).
Debido a ello tuve que rehacer esta parte de la actividad. Elegí después “La
niña de los fósforos” y realice un comentario acertado, en la línea de los
objetivos de la práctica.
Bloque III. Literatura española y cultura literaria.
En noviembre, me puse manos a la obra con la actividad
dedicada a acercar la literatura española a los alumnos de educación primaria,
a posibilitar que empiecen a disfrutar con ella.
Ya me sentía más familiarizada con la dinámica de la
asignatura y con más experiencia para aprovechar la información, las
instrucciones y las sugerencias de la guía de la asignatura.
Tras haber realizado las dos prácticas anteriores y su
revisión, y haber leído, analizado y
comentado los trabajos de muchos de mis compañeros, comprendía mejor los
objetivos de las prácticas y la forma de intentar conseguirlos; lo cual no
quita para que, una vez publicada mi entrada de la semana literaria, me
sorprendiese no tener que realizar por
primera vez modificaciones a la versión inicial.
La verdad es que disfruté
mucho desarrollando esta semana literaria, aunque me costó al principio arrancar
con la planificación de unas actividades que no pusiesen en primer plano la
importancia de la adquisición de conocimientos relacionados con el tema
literario seleccionado, sino el carácter lúdico-didáctico de la semana
monográfica, tratando de despertar al mismo tiempo el interés de los niños y las
niñas por el autor, la obra o la época literaria. Para conseguirlo me ayudó
dirigir mi actividad a alumnos ni muy pequeños ni muy mayores de primaria
(alumnos de 3º de primaria).
Ni que decir tiene que esta actividad también me permitió a
mí conocer y apreciar mejor a Cervantes, su obra y su trascendencia literaria.
Bloque IV. Lectura literaria y animación a la lectura.
En la primera quincena de diciembre elaboré la actividad
relacionada con la lectura literaria y la animación a la lectura de los
alumnos.
Siguiendo las indicaciones de la guía didáctica intenté
seleccionar un buen libro literario en el que algunos de sus temas hiciesen
referencia a situaciones y hechos de interés social… pero que no fuese una
lectura complicada. Me costó encontrarlo. Finalmente recordé un libro, “Inés
crece despacio”, uno de los primeros que leí en mi infancia por mi misma y recordaba
haberlo disfrutado mucho. Escrito con estilo sencillo y directo me permitía
enfocar parte del trabajo lector a reflexionar con naturalidad acerca de la
diversidad de las personas, entre tantos otros temas.
El entusiasmo que me produjo rencontrarme con Inés, y la
premura de tiempo para la realización de la actividad en la que me encontraba,
me hizo descuidar un poco la metodología de la actividad, por lo que en la
revisión de la entrada tuve que modificar fundamentalmente dos aspectos, uno
sobre la estructura de las sesiones de lectura (planificación de cada una de
las sesiones, división del libro en partes acotadas, capítulos/páginas, para
trabajar en las diferentes sesiones) y un segundo aspecto sobre el contenido y
guión de las sesiones dedicadas al análisis de contenido (I. Puesta en común de
la línea argumental, II. Preguntas de animación y profundización, suscitando la identificación
y la implicación del lector, en lo leído, para acabar la sesión con III.
Proyección de la línea argumental de la historia).
La realización de esta actividad me hizo refrescar la
importancia de compaginar metodología y objetivos, y descubrir la trascendencia
de programar actividades antes, durante y después de la lectura para que el
niño/a enriquezca su forma de mirar un libro.
Bloque V. Creación
literaria.
Este último trabajo de la asignatura lo he realizado a
principios de enero; época de preparación de exámenes, ultimar trabajos para el
curso académico, y de celebraciones familiares, año nuevo… por ello me costó un
poco lanzarme.
Sin embargo, es quizá con el que menos dudas he tenido, una
vez empezado: la dinámica de la asignatura, a estas alturas, la tenemos más
asimilada, la guía didáctica ofrecía una gran variedad de posibilidades para
elegir y crear tres textos: prosa, poesía y dramatización, teniendo como en las
demás actividades muy presente al receptor y basándonos en estrategias
adecuadas. Por otra parte no había que ceñirse a un libro, un autor o un texto.
La creación nos permitía dar rienda suelta a la imaginación en un proceso muy
gratificante, y que finalmente me sirvió en cierta forma de contrapunto de
todas las otras obligaciones y compromisos del inicio de la “cuesta de enero”.
Y por último, también ha sido una de las actividades en la
que más he disfrutado leyendo las creaciones de mis compañeros y compañeras. La
conclusión es que me ha servido para reflexionar sobre la gran ayuda que puede
ser la creación literaria en la educación, y cómo con imaginación y creatividad
podemos elaborar cuentos, poesías, dramas, artículos… muy atractivos para los
chicos y las chicas, y ayudarles a descubrir su propio talento literario.
Solo me resta agradecer de nuevo a mis compañeros que hayan
leído mi e-portafolio, y que se hayan tomado el interés por comentarlo. Junto
con la lectura de sus propias entradas, y los comentarios que nos realiza
Irune, me han sido de gran utilidad.
Bibliografía
·
Jean Piaget. (1969). Psicología del niño. Morata.